Epístola de Primera de Corintios III
El Testimonio de Dios y el Testimonio de Jesucristo
Fred R. Coulter
Solamente voy a repasar un poco de I Corintios; I Corintios 1:1: “Pablo, un apóstol de Jesucristo, llamado por la voluntad de Dios…” Es importante entender eso, porque había otros que andaban diciendo que también eran apóstoles.
Cuando lleguemos a II Corintios, veremos que hay falsos apóstoles y falsos Cristos. Cuando terminemos, quiero mostrar lo que les sucedió a las iglesias de Pablo y al ministerio y creo que se van a sorprender. Él hace una declaración en II Timoteo, que todas las iglesias en Asia ‘lo dejaron.’ Al final, sólo quedaron Pablo, Marcos y Lucas—fue lo que quedó, de todo lo que hizo. Hemos visto que cuando Pablo llegó a iniciar las iglesias, él empezó en las sinagogas y literalmente las partió por mitad. Los judíos lo odiaban, porque él estaba tratando de enfatizar y reforzar que era un apóstol llamado por Jesucristo.
“…por la voluntad de Dios… [No fue que él se dispuso por su voluntad. Es obvio, conociendo su historia]…y Sóstenes nuestro hermano, a la iglesia de Dios…” (versos 1-2). ‘Ekklesia’—llamados— ‘cletas’—a salir; la parte ‘kle’ tiene el mismo significado. Es por eso que es la asamblea de los llamados a salir. Eso es lo que significa la Iglesia. Es por eso que se ha dicho que la iglesia no es un edificio, sino que la Iglesia es y constituye el grupo de personas que Dios ha llamado. Recuerden lo que dijo Jesús, ‘donde dos o tres estén reunidos en Mi nombre, Yo estoy en medio de ellos.’ Eso es muy consolador.
Pienso que, al repasar la historia de la Iglesia, nos daremos cuenta que había muchos grupos pequeños, como nosotros aquí, que somos un grupo pequeño. No estaba la gran predominación de poder político que vemos ahora.
“…que está en Corinto, los santos llamados quienes han sido santificados en Cristo Jesús…” (versos 1-2). Eso es lo que hace un santo a una persona—hechos santos.
Pablo está diciendo que él es un apóstol llamado de Dios y se lo dice a la Iglesia en Corinto, al grupo selecto, llamados santos. Eso hace una gran diferencia cuando entendemos cómo nos ve Dios. Si tenemos en mente que Dios nos mira de esa manera, entonces también podemos tratarnos mucho mejor unos a otros. Por lo tanto, desde un punto de vista ministerial, los miembros de la iglesia no se vuelven una base política para que un ministro ejerza poder sobre ellos. Estas personas no son su pueblo, esta no es la iglesia del ministro. Son el pueblo de Dios y el ministro es el administrador. A él se le da la responsabilidad, pero este es el pueblo de Dios; ¡son llamados de Dios!
¿Qué dijo Jesús acerca de venir al Padre? ‘Nadie puede venir a Mi excepto que el Padre lo atraiga.’ Después también dijo, ‘Nadie puede venir al Padre, excepto a través de Mí.’ Cuando entendemos que aquellos del grupo de los llamados a salir, son los que Dios ha llamado, y lo tenemos en mente, todo es mucho mejor, ¿no es cierto? Porque no lo ponemos en un nivel humano, ni en términos humanos. Lo ponemos en los términos que Dios lo ha puesto; tenemos en mente que ¡ellos son de Dios!
Cuando haya problemas dentro de la Iglesia—y van a venir problemas y dificultades—Pablo está diciendo, ‘ustedes son santos llamados a salir.’
“…junto con todos aquellos en todo lugar quienes están invocando el nombre de Jesucristo nuestro Señor, de ellos y nuestro… [Noten cómo empieza ahí; siempre enfatiza primero]:…Gracia…” (versos 2-3). ¿Qué es la gracia de Dios? La relación como un paraguas que tenemos con Dios—que cubre nuestra vida entera—
· Por la cual fluye el amor de Dios hacia nosotros, por medio de Su Espíritu Santo
· Regresa a Dios por medio de Su Espíritu Santo y
· Hacia los hermanos por medio de Su Espíritu Santo
¿En qué tipo de relación con Dios nos pone Su gracia? ¡Irreprochable! ¿Por qué necesitamos la gracia de Dios? ¿Eso significa que por medio de la gracia podemos ir ante Dios en cualquier momento? ¡Sí! ¡Eso es cierto!
Bajo el Antiguo Pacto, era una relación distanciada y solamente el sumo sacerdote podía entrar al Lugar Santísimo una vez al año. Sólo para recordar eso, vayamos a Hebreos 10. Es algo muy importante, dinámico y poderoso de entender. Veamos que:
· Si tenemos el Espíritu Santo de Dios—el cual tenemos
· Si somos llamados de Dios—que sí lo somos
· Si Dios nos ama—que es así
· Si Dios está dispuesto a perdonar nuestros pecados, si los confesamos—que es así
Entonces tenemos el acceso a Dios ¡en cualquier momento! Ese es un privilegio tremendo y fantástico, que solamente tienen los que Dios ha llamado. Otras personas pueden alcanzar a Dios, pero no tienen el contacto instantáneo como nosotros, por la gracia de Dios.
Hebreos 10:17—está hablando del Nuevo Pacto: “Y sus pecados e ilegalidad no recordaré nunca más.’ Entonces donde está la remisión de estos, ya no es más necesario ofrecer sacrificios por el pecado” (versos 17-18). No tiene que ir a ofrecerlo, a comparación de los sacrificios animales.
Verso 4: “Porque es imposible por la sangre de toros y machos cabríos quitar pecados.”
Verso 19: “Por tanto, hermanos, teniendo confianza de entrar en el verdadero santísimo por la sangre de Jesús… [¡En cualquier momento! Eso es lo que hace la gracia de Dios por nosotros, además de perdonar nuestros pecados. Nosotros tenemos esa relación, ese acceso y el Espíritu de Dios. Es algo fantástico y tremendo]…teniendo confianza de entrar en el verdadero santísimo por la sangre de Jesús.” Ese no es un Lugar Santo en la tierra. Ese no es un Lugar Santísimo en un templo. Ese es el Lugar Santísimo en el templo en el cielo, ¡en el trono de Dios! ¡Es algo maravilloso!
La próxima vez que usted se decaiga o se deprima—que probablemente le suceda, por causa de la naturaleza humana—recuerde esto: usted tiene acceso instantáneo. Tenemos acceso instantáneo a Dios, en cualquier momento, cualquier lugar, donde sea. ¡Eso es algo maravilloso!
Verso 20: “Según una forma nueva y viva, la cual Él consagró por nosotros a través del velo (esto es, Su carne), y teniendo un gran Sumo Sacerdote sobre la casa de Dios, aproximémonos a Dios con verdadero corazón, con completa convicción de fe, habiendo sido purificados nuestros corazones de una conciencia maligna, y nuestros cuerpos habiendo sido lavados con agua pura. Retengamos sin vacilación la esperanza que profesamos…” (versos 20-23). Sin titubear; hay que estar firmes, solidos.
Está dando la analogía de que nuestro corazón ha sido convertido. Es otra manera de decir que nuestro corazón se ha convertido, para que no tengamos una consciencia malvada.
Verso 23: “Retengamos sin vacilación la esperanza que profesamos, porque Quien prometió es fiel; y preocupémonos uno por el otro, y animémonos uno al otro hacia el amor y las buenas obras” (versos 23-24).
Muchas veces los hermanos se provocan unos a otros y causan problemas. Por otro lado, también podemos animarnos unos a otros al amor y buenas obras, si siempre recordamos que Dios es Quien ha llamado. De esa manera, usted se puede poner el escudo de Dios y eso nos da certeza.
Verso 25: “No abandonando el congregarnos, así como algunos están acostumbrados a hacer; sino más bien, animándonos unos a otros, y cuanto más conforme ven que se acerca el día.”
I Corintios 1:3: “Gracia y paz…” Esta paz es en referencia a ya no estar en guerra con Dios, por medio de obras malas en su mente. Cuando la segunda guerra mundial llegó a su fin, hubo una gran celebración y hubo paz. Cuando hay paz con un pecador que se arrepiente, hay ‘regocijo en el cielo, por el pecador que se arrepintió’ porque hay paz con Dios.
Cuando usted está en términos de paz con Dios, que es por medio de Jesucristo, y está viviendo en la gracia de Dios, usted tiene ese acceso continuo a Dios; siempre, continuamente. Eso es algo tremendo. Si usted no está en paz con Dios, sino en guerra con Él—con una mente carnal y con la enemistad mencionada en Romanos 8—es la misma raíz de la palabra enemigo. Se escriben de la misma manera: ‘enemistad’; ‘enemigo’’ ‘enemigos.’
“…sea a ustedes de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Doy gracias a mi Dios siempre por ustedes, por la gracia de Dios que se les ha dado a ustedes en… [Griego: ‘en’—dentro]…Cristo Jesús… [Obviamente, mientras usted esté con Cristo]…Y que han sido enriquecidos espiritualmente en Él… [Por dentro] (Noten las cosas en las que somos enriquecidos):…en todo, en todo discurso… [El hablar]…y conocimiento… [Esa es una de las cosas en las que debemos crecer—debemos crecer en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo]…de acuerdo como el testimonio de Cristo fue confirmado en ustedes” (versos 3-6).
Hoy vamos a cubrir el testimonio de Cristo y lo que es el testimonio de Cristo.
Verso 7: “Para que ustedes no carezcan ni un don espiritual mientras están esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo.”
Cuando terminemos I Corintios 2, vamos a hablar un poco más acerca de la revelación de nuestro Señor Jesucristo y trataré de cubrir la doctrina que tienen muchos protestantes acerca del rapto. La palabra testimonio es la misma palabra para el libro de Apocalipsis.
Verso 8: “Quién también los fortalecerá a fin de que puedan ser irreprochables en el día de nuestro Señor Jesucristo. Dios es fiel, por Quien fueron llamados a la comunión de su Hijo, Jesucristo nuestro Señor” (versos 8-9).
Cubramos algo acerca del testimonio de Dios y de Jesucristo. Este pensamiento se traspasa hacia I Corintios 2; hay algo interesante ahí.
I Corintios 2:1: “Y yo, hermanos, cuando vine a ustedes, no vine con superioridad de palabras o de sabiduría, en proclamar el testimonio de Dios a ustedes.”
En I Corintios 1:6 dice: “…el testimonio de Cristo fue confirmado en ustedes.” Ahora:
· ¿Cuál es el testimonio de Dios?
· ¿Cuál es el testimonio de Jesucristo?
Primero que nada, entendamos lo que es un testimonio. Un testimonio—o el testificar—es verificar en frente de. Cuando hay una sala de juicio, se llaman a los testigos y ellos testifican y verifican lo que se dijo o se hizo. Hay un testimonio de Dios el Padre y hay un testimonio de Jesucristo, confirmado en nosotros— ¡por dentro! ¡Dentro de NOSOTROS! Es importante entenderlo.
¿Qué fue testificado de Dios el Padre?
Regresaremos a una Escritura muy básica. ¿Cuál es el testimonio más grande de Dios el Padre? Es una Escritura muy básica, pero este es el testimonio de Dios el Padre, y veremos que hay otro testimonio de Dios el Padre—o más partes del testimonio.
Juan 3:16: “Porque Dios amó tanto al mundo… [Ese es un testimonio para Dios. ¡Dios ama al mundo! Él está testificando que sí ama al mundo] (¿Cómo ama Dios al mundo?):…que dio Su único Hijo engendrado, para que todo el que crea en Él pueda no morir, sino pueda tener vida eterna. Porque Dios no envió a Su hijo al mundo para que pudiera juzgar al mundo, sino para que el mundo pudiera ser salvo a través de Él” (versos 16-17). Ese es el testimonio de Dios.
Eso es lo que testificaba a dondequiera que Pablo iba a predicar y testificar del Evangelio. Él fue a Mars Hill y dijo, ‘les traigo a Dios, Quien creó los cielos y la tierra.’ Después daba el sermón. Entonces Dios el Padre habla de Su Hijo Jesucristo, a Quien Él levantó de los muertos. ¡Él dio el testimonio de Dios!
Mateo 17—aquí hay otro testimonio de Dios el Padre. En este caso, está registrado en las palabras mismas de Dios el Padre. No habló esto Él mismo, porque Jesús dijo de Dios el Padre, ‘Ningún hombre ha visto a Dios en ningún momento, ni oído Su voz.’ ¡Nadie! Así que, estas son las palabras de Dios el Padre transmitidas a nosotros, por lo que es llamado escuchar una voz.
Mateo 17:1: “Y después de seis días, Jesús tomó con Él a Pedro y Santiago y a su hermano Juan, y los llevó a una montaña alta. Y Él fue transfigurado delante de ellos; y Su cara brilló como el sol, y Sus vestidos se hicieron blancos como la luz. Entonces he aquí, allí les aparecieron Moisés y Elías hablando con Él. Y Pedro respondió y le dijo a Jesús, ‘Señor, es bueno para nosotros estar aquí. Si deseas, déjanos hacer tres tabernáculos aquí: uno para Ti, y uno para Moisés, y uno para Elías.’ Mientras él estaba hablando, una nube brillante de repente los sombreó; y he aquí, una voz fuera de la nube dijo… [Aquí está testimonio verbal de Dios el Padre]…‘Este es Mi hijo, el Amado, en Quien Me deleito. ¡Escúchenlo!’” (versos 1-5). ¡Ese es el testimonio de Dios! ¡Estas son Sus palabras mismas! El testimonio de Dios el Padre es lo que Él mismo hizo, al enviar a Jesucristo para nuestra redención.
II Corintios 5:18: “Y todas las cosas son de Dios, Quien nos ha reconciliado con Él mismo a través de Jesucristo, y nos ha dado el ministerio de reconciliación; El cual es, que Dios estuvo en Cristo, reconciliando al mundo para Sí mismo…” (versos 18-19). Anoten Juan 14. Recuerden cuando vino Felipe y dijo, ‘Muéstranos al Padre.’ Jesús dijo, ‘¿Tú crees que Yo estoy en el Padre y el Padre en Mi?’ Esto es parte del testimonio de Dios, que Dios el Padre estaba en Cristo, a través de Su Espíritu Santo.
“…no imputándoles sus transgresiones; y nos ha confiado este mensaje de reconciliación. Por tanto, somos embajadores para Cristo; y Dios, por así decirlo, está exhortándolos a través de nosotros…” (versos 19-20). ¿Qué hace un embajador? ¡Representa! ¿Cómo representa? ¡Trae el mensaje o las palabras del que está representando! Él no se representa a sí mismo. Un verdadero embajador no se representa a sí mismo.
Si usted es el embajador de un rey, usted dice ‘vengo en el nombre del rey, y el rey dice…’ Si él es cuestionado y alguien responde y le dice al embajador, ‘¿Qué piensas?’ Su respuesta debería ser, ‘Estoy aquí para traer el mensaje del rey, no lo que yo pienso.’
Así es como deberían ser los embajadores de Cristo. ¿Qué deberían hablar? ¿A quiénes se está refiriendo? ¡A los ministros! Y ¿Qué deberían hablar? ¡Las palabras de Cristo! Se pueden conectar muchas Escrituras que van con eso.
“…Les rogamos en nombre de Cristo…” (verso 20). Esa es una declaración muy poderosa, ¿no es así? La única manera en que la puede conllevar es, que debe hablar las palabras de Dios. De otra forma, usted tomaría la prerrogativa poniéndose en el lugar de Dios.
Podría ponerlo de esta manera: hermanos, Dios les está rogando por medio de mí. No estoy diciendo que ese sea el caso, aunque espero que lo sea. Yo verdaderamente creo que es así. Entonces, como ministro, ¿Qué debo hacer? ¡Transmitirles a ustedes las palabras de Dios! Eso aclara muchas cosas, ¿no es así?
“…Les rogamos en nombre de Cristo, ‘Estén reconciliados con Dios.’ Porque Él hizo a Quien no conoció pecado ser pecado por nosotros, para que pudiéramos llegar a ser la justicia de Dios en Él” (versos 20-21). Esa sección de las Escrituras es muy poderosa. Estoy convencido que tenemos mucho más que aprender de eso, porque mantiene todo en perspectiva.
Si hay algo que se tiene que decir del apóstol Pablo, es que él nunca perdió la perspectiva de Dios. Le costó a largo plazo, porque él no agradaba a las personas. ¿Recuerdan lo que escribió en Gálatas? ¡Si agrado a las personas, no voy a agradar a Dios!
Esto es parte del testimonio de Dios el Padre. Que Dios el Padre estaba en Jesucristo, ¡reconciliando el mundo a Sí mismo! Eso será de acuerdo al plan de Dios y a su calendario. Obviamente, aún no está hecho.
Aquí hay otra parte de Dios el Padre a nosotros, I Juan 3. Como pueden ver, muchas de estas Escrituras las hemos repasado anteriormente. Lo que ha puesto en perspectiva, es el testimonio de Dios. Porque:
· ¿Qué nos dio Dios?
· ¿Cuál es la base de Su testimonio?
· Toda Su Palabra, ¡Aquello que es verdad!
· ¿Cuál es el testimonio que Dios nos ha dado a nosotros, personalmente?
· ¡Aquellas cosas que vienen directamente de Dios el Padre!
Estoy seguro que podemos agregar más, pero estas son las cosas clave de las que me di cuenta que son de gran importancia.
I Juan 3:1: “¡He aquí! ¡Que glorioso amor nos ha dado el Padre, que deberíamos ser llamados los hijos de Dios!... [¡Eso es parte del testimonio de Dios dentro de nosotros!]…Por esta misma razón, el mundo no nos conoce porque no lo conoció a Él. Amados, ahora somos los hijos de Dios, y no ha sido revelado aun lo que seremos; pero sabemos que cuando Él sea manifestado, seremos como Él, porque lo veremos exactamente como Él es” (versos 1-3).
Aquí hay otro testimonio de Dios el Padre. Un testimonio está cerca de las promesas de Dios. Pero también hay testimonios en los que, si usted no se arrepiente, va a morir. Ese también es un testimonio.
Apocalipsis 21:7: “Aquel que venza heredará todas las cosas; y Yo seré su Dios, y él será Mi hijo.” Dios ha testificado que así será.
¿Cuál es el testimonio de Jesucristo?
Hay una diferencia entre el testimonio de Dios el Padre y el testimonio de Jesucristo. Lo tenemos definido para nosotros:
Apocalipsis 19:10: “Y caí [Juan] a sus pies para adorarlo. Entonces me dijo, “Mira ¡no hagas esto! Yo soy un consiervo tuyo, y de tus hermanos, quienes tienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios. Porque el testimonio de Jesús es el espíritu de profecía.’” Eso es parte de, aunque no es todo—el espíritu de profecía, que significa el entendimiento de profecía. Especialmente en este caso, que se va llegando al final.
· ¿De dónde viene ese espíritu de profecía? ¡De Jesucristo!
· Cuando una persona profetiza, ¿Qué hace? ¡Habla por Cristo!
Van a haber dos testigos. La palabra para ‘testigo’ y ‘testificar’ son las mismas. Es la misma palabra griega. Entonces, los dos testigos van a estar testificando por Dios. Eso va a ser poderoso y quienes sean los dos testigos, van a ser muy poderosos. También va a ser algo muy difícil, porque ellos tendrán que ser pasados por el fuego, por decirlo así, para poder ser usados por Dios.
¿Recuerdan lo que Dios le hizo a Moisés para hacerlo apto para guiar a los hijos de Israel? ¡Lo envió a Sinaí por 40 años, para guiar un grupo de ovejas! Yo no sé qué les va a pasar a los dos testigos, pero para poder ser los ‘dos olivos’ al lado del candelero, tendrán que ser pasados por el fuego.
Aquí hay un testimonio y se profetiza contra ellos; es por eso que ¡necesitamos tenerlo en nosotros! Mateo 10:16: “He aquí, los estoy enviando adelante como ovejas en medio de lobos. Por tanto, sean sabios como serpientes e inofensivos como palomas. Pero tengan cuidado de hombres; porque ellos los entregarán a consejos, y los azotarán en sus sinagogas… [Leímos lo que le hicieron al apóstol Pablo]…Y ustedes también serán traídos ante gobernadores y reyes por Mi amor, para un testimonio a ellos y a los gentiles” (versos 16-18).
Si el testimonio de Cristo es el espíritu de profecía, entonces cuando las personas sean llevadas a los magistrados por sus creencias, tendrán sacar sus notas y tener nuestro discurso listo. ¡NO!
Verso 19: “Cuando ellos los entreguen, no estén ansiosos acerca de cómo o qué deberían hablar; porque en esa hora les será dado lo que hablarán.” Ese es el espíritu de profecía más claro que podemos tener. En ese instante, Dios le va a dar eso para profetizar contra ellos. También está el aspecto del espíritu de profecía.
Hay un entendimiento de las profecías que están escritas en la Biblia, pero este tipo de profetizar es el de profetizar hablando. ¡El espíritu de profecía!
Verso 20: “Porque no son ustedes quienes hablan, sino el Espíritu de su Padre que habla en ustedes.” Supongo que muchas veces tenemos estas peleas de box en nuestra mente, pensando: si yo fuera esto; si yo fuera aquello, pero eso no es lo que Dios quiere que diga. Es por eso que tiene que estar cerca de Dios. Es por eso que tiene que tener el Espíritu de Dios y tenerlo trabajando en usted, para que, si y cuando venga ese momento, Dios lo inspire.
Sucedió con mi esposa de cierta forma, una vez que fue al centro comercial en Salinas. Todo lo que hizo fue ir a comprar, alguien llegó por detrás, a quien conocía de hace muchos años y que ahora está en las Asambleas de Yahweh. Mi esposa le dio un testimonio que no creerían. Esta otra mujer trató de forzar el Yahweismo sobre mi esposa, y ella le respondió. Hizo tan buen trabajo, ¡no lo creerían! Mi esposa no tenía sus notas listas con su discurso de Yahweh. Tiene que tener el Espíritu de Dios en la mente.
Apocalipsis 12:17: “Entonces el dragón estuvo furioso con la mujer y fue a hacer guerra con el resto de su semilla, quienes guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.”
I Corintios 1:6: “De acuerdo como el testimonio de Cristo fue confirmado en ustedes.” ¿Cuál es el espíritu de profecía sino Jesús en nosotros?
Apocalipsis 1:5: “Y de Jesucristo, el Testigo fiel…” ‘marturia’ es el verbo de testificar, o testificar hacia ser un mártir. ‘Marturion’ es el testimonio como sustantivo.
¡Jesús es el testigo verdadero y fiel! Así que, si tenemos el testimonio de Jesucristo en nosotros, va a ser fiel y va a ser de Cristo.
Verso 9: “Yo, Juan, quien soy también hermano de ustedes y copartícipe en la tribulación y en el reino y resistencia de Jesucristo, estaba en la isla que es llamada Patmos por causa de la Palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo.” Han escuchado a algunas personas decir, ‘Nosotros hemos escuchado Su testimonio.’ Entonces, si usted tiene el testimonio de Cristo, eso significa que usted testifica acerca de Cristo.
Apocalipsis 3:14: “Y al ángel de la iglesia de los Laodiceanos, escribe: Estas cosas dice el Amén, el Testigo [mártir] fiel y verdadero, el Iniciador de la creación de Dios.” Jesús fue el principio, el Primogénito de los muertos, de aquellos que entren al Reino de Dios por medio de la resurrección. Nosotros somos Su hechura, creados en Cristo Jesús. Así que, Él es el principio de la creación de Dios, de aquellos que sean resucitados.
Ya que Jesús fue el mártir y Él fue el sacrificio, parte del testimonio de Jesucristo es: Romanos 8:3: “Porque lo que era imposible hacer para la ley, en que era débil a través de la carne, Dios, habiendo enviado a Su propio Hijo en la semejanza de carne pecaminosa, y por el pecado, condenó el pecado en la carne.” Eso es parte del testimonio de Jesucristo. ¡Él conquistó el pecado!
Juan 16:33: “Estas cosas les he hablado, para que en Mí puedan tener paz. En el mundo tendrán tribulación. ¡Pero sean valientes! Yo he vencido al mundo.” Eso también es parte del testimonio de Jesucristo. ¡Él conquistó el pecado!
Estamos hablando de la muerte de Cristo como su testimonio mismo. Fue un gran testimonio, que Dios vino en la carne a la tierra y fue el sacrificio para todos los seres humanos. Hebreos 9 está hablando de cuando Moisés instituyó el primer pacto, en lo que es llamado ¡un testamento! Un testamento es el testimonio escrito. Tenemos el Nuevo Pacto—que es el Nuevo Testamento—y es el testimonio de Jesús.
Hebreos 9:20: “Diciendo, ‘Esta es la sangre del pacto que Dios ha ordenado para ustedes. Y de la misma manera, él también roció con sangre el tabernáculo, y todos los utensilios del servicio. Casi todas las cosas son purificadas con sangre de acuerdo a la ley, y sin el derramamiento de sangre no hay remisión de pecados. Por lo tanto, era de hecho obligatorio para los patrones de las cosas celestiales que fuesen purificadas con la sangre de estos animales…” (versos 20-23). ¿Cuáles son las cosas que estaban en el cielo? ¡El tabernáculo fue copiado de las cosas que estaban en el cielo!
“…pero las cosas mismas en el cielo con sacrificios superiores a éstos” (verso 23). Superiores a los sacrificios de sangre de toros y cabras.
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Verso 24: “Porque Cristo no ha entrado en los lugares santos hecho por manos humanas… [Uno que está hecho en la tierra]…las cuales son meras copias de las verdaderas… [Que están en el cielo]…sino Él ha entrado en el cielo mismo, ahora para aparecer… [Eso es parte del testimonio de Jesús]…en la presencia de Dios por nosotros.” ¡Piensen en eso y que se impregne bien en sus mentes! Ese es un verso magnifico. Jesús está presentándose ante Dios en representación nuestra.
Verso 25: “No que Él debería ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con la sangre de otros; porque entonces habría sido necesario para Él sufrir muchas veces desde la fundación del mundo. Pero ahora, una vez y por todas, en la terminación de las eras, Él ha sido manifestado para el propósito de remover el pecado a través de Su sacrificio de Sí mismo” (versos 25-26). Eso es parte del testimonio de Jesucristo, ¡el sacrificio de Sí mismo!
Veamos cómo eso se vuelve parte de nosotros. Recuerden, es el testimonio de Cristo, ¡que fue confirmado en nosotros! Aquí está cómo se aplica eso a nosotros, porque lo cargamos en nosotros. Tenemos el Espíritu de Dios y Romanos 6:3 explica todo el proceso, que nosotros cargamos eso por dentro, a través del bautismo.
Romanos 6:3: “¿O son ustedes ignorantes que nosotros, como tantos que fuimos bautizados en Cristo Jesús, fuimos bautizados en Su muerte?” Eso nos ayuda a comprender mucho más del significado de nuestro llamamiento. La muerte de Jesucristo ha sido aplicada a nosotros.
Verso 4: “Por tanto, fuimos sepultados con Él a través del bautismo en la muerte…” Esa es una declaración tremenda, hermanos. Podemos leer esto y se nos hace interesante el simbolismo, es grandioso, pero miremos la aplicación literal que Cristo nos da.
Estamos sepultados con Él por el bautismo “…en la muerte; para que, así como Cristo fue levantado de los muertos por la gloria del Padre, en la misma forma, deberíamos también caminar en novedad de vida. Porque si hemos sido co-unidos en la semejanza de Su muerte, así también lo seremos en la semejanza de Su resurrección” (versos 4-5). Noten cuantas de estas Escrituras hablan de la muerte de Cristo y de la resurrección. ¡Ese es parte del testimonio que está en nosotros!
Verso 6: “Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue co-crucificado con Él, para que el cuerpo de pecado pudiera ser destruido, para que ya no pudiéramos ser esclavizados para pecar.” Todo eso es parte del testimonio de Jesucristo.
Colosenses 1:27: “A quienes Dios quiso dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; el cual es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria.” Eso también es parte del testimonio de Cristo: ¡Cristo está en usted!
Realmente puedo decir que en todos los años que he sido ministro, he estudiado mucho estas Escrituras. Pero ahora me ha estado llegando el impacto del hecho de que ¡Cristo está en nosotros! Me ayuda muchísimo más, especialmente conociendo la gracia y el entendimiento de Dios.
Entre más comprendamos y entendamos esto, no diré que será más fácil vencer; aunque de cierta forma lo será, pero más nos daremos cuenta de que Cristo está en nosotros. Podemos pedirle a Dios que haga estas cosas en nosotros—nosotros tenemos que agregarle una parte, pero para vencer anteriormente, era de esta manera: ‘Dios, ayúdame a vencer.’ Y el esfuerzo más grande era de nuestra parte, para poder vencer. En lugar de decir ‘Cristo en mí, vencerá.’ Hay una gran diferencia. En una, estoy confiando en mí mismo y diciendo, ‘Dios, ayúdame.’ En la otra situación, estoy confiando en Cristo y obteniendo del poder de Dios, “…el cual es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria.”
I Timoteo 2:4: “Quien desea que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.” Se escucha como si Dios fuera a forzar a que sean salvos aquellos que no quieren ser salvos. Pero en el griego significa, Quien desea que todos los hombres sean salvos.
Verso 5: “Porque hay un Dios, y un Mediador entre Dios y los hombres—el Hombre Cristo Jesús, Quién se dio a sí mismo como rescate por todos, testimonio del cual debe ser predicado en sus tiempos señalados” (versos 5-6). De nuevo, ese es el testimonio de que Él se dio a Si mismo como rescate.
I Juan 5—aquí está cómo funciona todo esto. Hay un testimonio del Espíritu Santo. Recuerden que Jesús dijo, ‘Enviaré el Espíritu Santo y él testificará de Mí. Testificará de las cosas por venir.’
I Juan 5:6 lo conecta todo: “Este es Quien vino por agua y sangre—Jesús el Cristo; no por agua únicamente, sino por agua y sangre. Y es el Espíritu el que da testimonio porque el Espíritu es la verdad” (versos 6-7). El verso 7 es el que agregaron los católicos alrededor del Siglo 9 D.C.
Verso 8: “Porque hay tres que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, y el agua, y la sangre; y estos tres testifican hacia la única verdad.” ¿Qué están acordando? ¡El sacrificio de Jesucristo! ¡La muerte de Jesús para el perdón del pecado!
Verso 9: “Si aceptamos el testimonio de hombres, el testimonio de Dios es superior. Porque este es el testimonio de Dios, el cual Él ha testificado concerniente a Su Hijo… [Ya leímos de ese testimonio, ¿no es así?]…El que cree en el Hijo de Dios tiene el testimonio en sí mismo…” (versos 9-10). Claro que sabemos que esa creencia es porque uno es convertido, tiene el Espíritu de Dios y porque realmente lo cree hasta lo más profundo de su ser.
“…quien no le cree a Dios Lo ha hecho a Él un mentiroso porque no ha creído en el testimonio que Dios ha atestiguado concerniente a Su Hijo. Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en Su hijo. Aquel que tiene al Hijo tiene vida eterna; aquel que no tiene al Hijo de Dios no tiene vida eterna. Estas cosas les he escrito a ustedes quienes creen en el nombre del Hijo de Dios para que puedan saber que ustedes tienen vida eterna, y que puedan continuar creyendo en el nombre del Hijo de Dios” (versos 10-13). Ese es parte del testimonio de Jesucristo.
Aquí hay otra parte del testimonio de Jesucristo, Juan 7:4—cuando él iba subiendo a la Fiesta de Tabernáculos y Sus discípulos dijeron ‘Tú sube’ y “…revélate Tú mismo al mundo.’ Porque ni Sus hermanos creían en Él. Por tanto, Jesús les dijo, “Mi tiempo no ha llegado aún, pero su tiempo está siempre listo. El mundo no puede odiarlos; pero Me odia porque testifico concerniente a él…’” (versos 4-7). Eso es parte del testimonio de Jesucristo:
· Parte de él, es el espíritu de profecía
· Parte de él, es el testimonio confirmado en nosotros, del sacrificio de Cristo, la muerte y la resurrección
· Parte de él, es el testimonio “…que sus obras [del mundo] son malignas” (verso 7).
En otras palabras, ¡el mundo es malvado! Si una persona va a predicar el Evangelio, ¿Qué va a predicar? Si van a predicar y ser inspirados, deben predicar:
1. A Cristo crucificado
Eso es lo que dijo Pablo
2. Reconciliación
3. Conversión
4. Una advertencia al mundo
Todo eso es parte del testimonio de Cristo. Hay otra cosa que el testimonio de Cristo hace por nosotros.
Romanos 8:14: “Porque tantos como son guiados por el Espíritu de Dios… [El Espíritu de Dios es el que testifica, porque es el Espíritu de Verdad (I Juan 5:9)]…esos son los hijos de Dios. Ahora ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud otra vez hacia temor, sino han recibido el Espíritu de filiación, por el cual gritamos, ‘Abba, Padre.’ El Espíritu mismo da testimonio… [Esa es la misma palabra que testificar]…conjuntamente con nuestro propio espíritu, testificando que somos hijos de Dios” (versos 14-16). ¡Ese es el testimonio de Jesucristo y así es cómo funciona!
En realidad, no les he dicho nada nuevo, ¿Cierto? Pero hemos aprendido algo de la Biblia, desde una perspectiva completamente diferente a lo que ya sabemos. Esto ayuda a aclararlo más en mi mente. Encuentro que entre más retrocedo, (ya que cada una de estas cosas me lleva de vuelta a algunas de las Escrituras básicas en la Biblia) más aprendo de ellas.
Cuando repasé y estudié esto, y realmente lo entendí, fue como una sobrecarga de poder en mi mente. No fue algo grandioso y fantástico, pero hubo esta sobrecarga de poder y alegría en mi mente, que sé que tiene que venir del Espíritu Santo de Dios. Discúlpenme por estar algo emocionado por esto. Fue fantástico repasarlo, y estoy seguro de que podemos conectar muchas cosas con eso.
Quiero cubrir solamente otro aspecto, aquí en I Corintios 1:18: “Porque para aquellos que están muriendo, la predicación de la cruz es tontería; pero para nosotros que estamos siendo salvos… [El proceso de salvación]…es el poder de Dios.” Hay tres partes de la salvación:
1. Han sido salvos
2. Siendo salvos
3. Serán salvos
Efesios 2—han sido salvos. Es por eso que muchos de los bautistas creen que ‘una vez salvos, siempre salvos.’ Usted es salvo, que ellos creen que significa:
· Sí, acepto a Jesús
· Sí, doy la oración del pecador
· Sí, le pido a Jesús que entre en mi corazón
· Sí, soy salvo
· Sí, soy nacido de nuevo
Eso es sólo un resumen de lo que creen los protestantes. Según ellos, si usted hace eso, nunca puede perderse, porque usted ha sido salvo. Efesios 2, versos 1-3 habla acerca de cómo Satanás es el ‘príncipe de la potestad del aire’ y de que todos hemos sido ‘hijos de desobediencia.’
Efesios 2:4: “Pero Dios, Quien es rico en misericordia, por causa de Su gran amor con el cual nos amó, aun cuando estábamos muertos en nuestras ofensas, nos ha dado vida junto con Cristo. (Porque han sido salvos por gracia)” (versos 4-5). En este sentido particular se refiere al tiempo pasado, un hecho cumplido.
Pero, ¿De qué ha sido salvo? ¡De Satanás el diablo y de este mundo! ¡De eso es de lo que ha sido salvo! Aún tenemos la naturaleza humana, ¿no es así? Aún estamos siendo salvos.
Verso 6: “Y nos ha levantado juntos y nos ha hecho sentar juntos en los lugares celestiales en Cristo Jesús, para que en los siglos que vienen pudiera mostrar las excesivas riquezas de Su gracia en Su bondad hacia nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia han sido salvos a través de fe, y esta no es de ustedes mismos; es el regalo de Dios, no de obras, para que nadie pueda jactarse. Porque somos Su hechura, creados en Cristo Jesús hacia las buenas obras que Dios ordenó de antemano para que pudiéramos caminar en ellas” (versos 6-10). Recuerden que:
· Hemos sido salvos de Satanás
· Hemos sido salvos del mundo
¿Hemos sido salvos de nuestra propia naturaleza humana? Estamos siendo salvos de nuestra naturaleza humana, SI permanecemos en la fe y después seremos salvos en la resurrección.
I Corintios 15:1: “Ahora estoy declarándoles, hermanos, el mismo evangelio que les proclamé, el cual también recibieron, y en el cual ahora están permaneciendo… [El Evangelio fue predicado y usted está permaneciendo en ese Evangelio]…Por el cual también están siendo salvos… [Obviamente, a través de Cristo]…si se están aferrando a las palabras que les proclamé; de otra forma han creído en vano” (versos 1-2). Eso habla de la salvación, y usted será salvo.
· Nosotros hemos sido salvos
· Nosotros estamos siendo salvos
· Nosotros seremos salvos
Espero que les sea de ayuda cuando estudiamos verso por verso y vemos cada uno de los sub temas.
I Corintios 1:26: “Porque ustedes ven su llamado, hermanos, que no hay muchos que sean sabios de acuerdo a la carne, no muchos que sean poderosos, no muchos que sean de alta alcurnia entre ustedes. Antes bien, Dios ha escogido las cosas tontas del mundo…” (versos 26-27). Para su información: las palabras llamados y escogidos vienen del mismo verbo griego.
“…Dios ha escogido las cosas tontas del mundo, para que Él pudiera avergonzar a aquellos quienes son sabios… [Si alguna vez se ha preguntado por qué Dios lo ha llamado, aquí está la respuesta]… y Dios ha escogido las cosas débiles del mundo para que Él pudiera avergonzar las cosas fuertes. Y lo vil del mundo, y lo despreciado ha escogido Dios—incluso las cosas que son contadas como nada—para que Él pudiera llevar a nada las cosas que son” (versos 27-28). Ese va a ser un desafío, ¿cierto? Sería voltear el mundo al revés. Cuando Jesús regrese, Él va a voltear este mundo al revés y ¡nos va a dar el dominio del Reino de Dios! Todo eso se encuentra en esa declaración.
Verso 29: “Para que ninguna carne pudiera gloriarse en Su presencia… [¡Nadie le va a decir a Dios lo grandioso que es!]…Pero ustedes son de Él en Cristo Jesús… [Usted está en Cristo Jesús] (Aquí está lo que Dios ha hecho por nosotros, a través de Cristo):…Quien fue hecho sabiduría de Dios para nosotros… [Si usted conoce la Palabra de Dios, es más sabio que el hombre más sabio en la tierra]... —incluso justicia…” (versos 29-30). Todos conocemos la justicia de Dios; que ¡la justicia de Jesucristo se nos da, dentro de nosotros! Él ha hecho nuestra justicia. Entre más pienso en eso, es más asombroso. ¡Es un regalo asombroso!
“…y santificación, y redención” (verso 30). Redención significa comprar de nuevo. Todos somos vendidos bajo el pecado. Cuando uno redime, compra de nuevo. Dios es el Único que puede comprarnos de vuelta, porque Cristo ha pagado por nosotros.
Verso 31: “De modo que, como está escrito, ‘El que se gloria, gloríese en el Señor.’” En lugar de que la persona alardee de lo bueno o buena que es, solamente gloríese en el Señor.
Hablé por teléfono con una persona y me preguntó de dónde vienen estas cosas. ¡Todas vienen de Dios! Agradezcámosle a Dios y regocijémonos en lo que Dios ha hecho y de cómo lo está haciendo. Esa es toda la clave para descifrar la Biblia y entender la Palabra de Dios: ¡Confíe completamente en Dios, y ahí estará!
La próxima vez, tendremos un sub tema sobre la redención, y entonces entraremos en I Corintios 2 y después la revelación de Cristo. No solamente el libro de Apocalipsis, sino que Dios nos revela a Cristo, que es algo muy inspirador.
Escrituras citadas:
1) I Corintios 1:1-3
2) Hebreos 10:17-18, 4, 19-25
3) I Corintios 1:3-9
4) I Corintios 2:1
5) I Corintios 1:6
6) Juan 3:16-17
7) Mateo 17:1-5
8) II Corintios 5:18-21
9) I Juan 3:1-3
10) Apocalipsis 21:7
11) Apocalipsis 19:10
12) Mateo 10:16-20
13) Apocalipsis 2:17
14) I Corintios 1:6
15) Apocalipsis 1:5, 9
16) Apocalipsis 3:14
17) Romanos 8:3
18) Juan 16:33
19) Hebreos 9:20-26
20) Romanos 6:3-6
21) Colosenses 1:27
22) I Timoteo 2:4-6
23) I Juan 5:6-13
24) Juan 7:4-7
25) Romanos 8:14-16
26) I Corintios 1:18
27) Efesios 2:4-10
28) I Corintios 15:1-2
29) I Corintios 1:26-31
Escrituras mencionadas, no citadas:
· II Timoteo
· Juan 14
· Efesios 2:1-3